Durante los años 90, en su búsqueda por definir la nueva condición del mundo, el filósofo y poeta caribeño Édouard Glissant propuso la idea de un “Todo-Mundo”. Esta noción sugiere una forma de mirar a nuestro alrededor, considerando el estado de cambio permanente de nuestras relaciones con el ambiente o, en sus palabras, con “lo vivo”. Desde esta perspectiva, Glissant propone un universo en el que lo imaginario se mezcla con lo real, para dar lugar a lo imprevisible y así conciliar lo que, a primera vista, podría parecer contradictorio o improbable. En 1997, en su Tratado del Todo-Mundo, escribió: “Los poetas los presentían desde siempre”, dándonos a entender que en el arte, esta imagen del mundo siempre ha existido.
El aire vacilaba a su alrededor evoca las palabras de Glissant al reunir el trabajo de once artistas cuyas poéticas particulares elaboran formas de percibir e imaginar el Mundo como una totalidad interrelacionada. Para abordar estas ideas de manera localizada, el recorrido enlaza algunos imaginarios sobre el espacio que emergen desde América Latina: su historia de conquistas y extractivismo, la redefinición de sus propios contornos, las políticas del cuidado y el conjunto de sus representaciones pasadas, presentes y futuras. A través de los lenguajes, narrativas y materiales específicos de cada obra, la exposición invita a reflexionar sobre cómo las nociones de espacio, territorio y paisaje —centrales a la construcción de nuestras identidades individuales y colectivas— son moduladas por nuestros cuerpos y, a su vez, cómo nuestros cuerpos son moldeados por los entornos que los rodean.
En esta intimidad con la Tierra, como entidad geológica y hogar compartido, se revela un conjunto de poéticas para comprender los procesos constantes de transformación del mundo como un ensamblaje heterogéneo. Tomando las palabras de Rosi Braidotti, podríamos pensar cada obra como un “lanzar vías de devenir desde el futuro, de regreso al ahora”. En este sentido, la experimentación y diversidad técnica y material que proponen las artistas —desde el uso de materiales naturales como la cera y la seda hasta la incorporación de diferentes tecnologías y materiales industriales combinados con técnicas artísticas tradicionales— reflejan diversas formas de comprender y de alterar los cánones tradicionales que organizan el mundo y los modos en los que lo percibimos.
Cada una de las artistas propone un espacio de apertura para la reflexión —histórica, ambiental, social y territorial— y ensaya preguntas sobre la capacidad de las prácticas artísticas para renovar los modos en los que representamos el mundo presente como huella de un porvenir.
*La exposición toma su título de un poema de Barbara Guest citado en el libro de la artista y poeta chilena Cecilia Vicuña, I Tu.